Los días festivos son aprovechados por muchas personas para descansar, estar en casa viendo películas, cocinando en familia o simplemente apartar la mente de la rutina; otras en cambio, ven la oportunidad para salir de paseo ya sea a un pueblo cercano, una finca, la playa o de visita a casa de un familiar o amigo.
Ir de camping es un plan ecológico, divertido y de integración escogido por muchos jóvenes, que entre fogatas y risas comparten experiencias, cantan y disfrutan de un espacio que desconecta con lo habitual.
Buscar un lugar para descansar no es difícil, basta con sentirse cómodo sin importar lo que éste ofrezca; en muchas ocasiones los lujos y el bullicio no son necesarios y por el contrario distraen si la intención es desconectarse de lo rutinario.
Los festivos son propicios para idear cortas salidas, que no requieran de mucho tiempo para ejecutarlas. Sitios donde la naturaleza sea el factor principal, en los cuales pueda apreciarse el color del campo, divisar paisajes nunca vistos, ayudan a despejar la mente.
La ciudad, lugar donde el flujo de personas y el tráfico saturan las calles es un tema agobiante que genera estrés, cambiar de ambiente un fin de semana dará un efecto positivo generando calma en la gente que quiere acercarse con la naturaleza.
Montar en bicicleta, patines o caminar en espacios naturales es un ejercicio terapéutico y regenerativo para la salud. Sea frente a la playa, en un bosque o en el campo trae beneficios al cuerpo y a la mente. Visitar partes que aún no conoce en la ciudad como un jardín Botánico, charcos y parques naturales permite que el cuerpo descubra un estado de bienestar mejorando el estado anímico y eleva la concentración.